Los especialistas lo afirman y lo reafirman: el cuerpo humano solo descansa de verdad cuando está en posición horizontal.
Aquí te contamos más detalles y te hablamos de un mueble para exterior que, sin ser una cama en un ciento por ciento, cumple las mismas funciones.
Los músculos y la sun bed
En muchos aviones, la primera clase incluye asientos que se pueden reclinar hasta los 180 grados. Es decir, en una posición completamente horizontal. Lo mismo sucede en los buses que realizan viajes extensos.
¿Cuál es el motivo? Son dos. Por un lado, los músculos necesitan distenderse para lograr un descanso reparador. Solo la posición acostada o tumbada es la que permite eso.
En otra posición, aunque la persona no lo perciba, siempre algún músculo estará activo.
El segundo motivo tiene que ver con el sueño. En la fase REM, Rapid Eye Movement o Movimiento Rápido del Ojo, existe una desconexión de las órdenes voluntarias emitidas por el cerebro al resto del cuerpo y un aminoramiento de la percepción ambiental.
Literalmente, el cerebro hace una desconexión de aquello que lo rodea. Es la razón por la que es imposible permanecer de pie en esa fase.
Es cierto que hay animales capaces de descansar en otras posiciones, como sucede con los caballos.
Sin embargo, en el caso de los equinos, también ellos necesitan tumbarse durante la fase REM.
Un sun bed que invita al ocio
Todo lo anterior se vincula con la sun bed Cama Hvar.
Una sun bed o cama para usar al sol es un mueble que permite estar totalmente acostado junto a una piscina, en una terraza, en un jardín.
La sun bed Cama Hvar fue ideada con una estructura interior de aluminio. Esto la convierte en un mueble liviano y, a un mismo, tiempo rígido y resistente.
El tapizado que se utiliza es Sunbrella. Se trata de un textil capaz de soportar el agua de la lluvia y los rayos del sol, la abrasión producida por el viento y, adicionalmente, es resistente al moho.
Tener una sun bed Cama Hvar es una invitación tácita al placer.
Cuando una persona llega a un lugar y encuentra ese mueble siente el deseo de echarse en él, de disfrutar, de olvidarse del mundo.
Por eso es tan popular y se lo ve en cada vez más casas y apartamentos, hoteles, resorts de vacaciones, e incluso en restaurantes al aire libre que proponen unos minutos u horas de ocio.
Aristóteles, con sabiduría, decía: “Los ratos de ocio son la mejor de todas las adquisiciones”.