Al elegir un sofá suele surgir el dilema: ¿conviene más uno tapizado con una tela clara o es preferible uno con una tela de un torno oscuro?
Desde luego que cada uno tiene sus ventajas y desventajas. Aquí te contamos sobre los diferenciales que brinda el primer tipo de sofá.
Un sofá tapizado con una tela de un color amarillo suave, blanco o verde agua, por poner tres ejemplos, siempre va a combinar con el entorno: un living, una terraza, un jardín, el ámbito de la piscina. Esa es la primera ventaja.
El segundo beneficio es que, visualmente, ocupa menos lugar. Los tonos claros no se expanden según la percepción del ojo.
El tercer concepto positivo es que se puede cambiar su aspecto con el simple agregado de cojines. Unos cojines de colores vibrantes como el rojo o el verde intenso, le dan una nueva vida.
Otro punto positivo: los tonos claros reflejan la luz y eso hace que el ambiente donde está ubicado el sofá parezca de mayores dimensiones.
Algo más: los colores claros dan una sensación de armonía, de paz. Y un extra: cuando el sofá está dentro de esa gama cromática, genera un sentido de orden y pulcritud.
El sofá Jamaica es una opción a la hora de elegir una pieza tan importante como esa dentro del mobiliario de una casa urbana, un apartamento, un consultorio, una tienda, una oficina. O una casa en la playa o la montaña.
El color del tapizado es a elección de quien lo adquiere, y existen numerosas opciones de tonos claros como el Lime, el Polar Blue y el Mineral Blue.
Por otro lado, el sofá Jamaica posee una estructura de aluminio que le otorga una prolongada durabilidad, a la vez que lo hace fácilmente transportable ya que ese metal es liviano.
En cuanto a la tela de tapicería, se lo ofrece en Sunbrella. Sunbrella es una tela hecha de fibras que se tiñen antes de tejerse. Eso genera tonos más profundos. Otro aspecto destacable de esa tela es que resiste el sol, la lluvia y el moho.
Finalmente, y no menos importante: el diseño envolvente y acogedor del sofá Jamaica invita a sentarse en él y disfrutarlo.
